El retorno de Ettore Messina (Real Madrid-CSKA de Moscú)
“Hace mucho que quería entrenar en la ACB y vivir en España. Lo he pensado mucho, junto a mi familia. Creo que, poco a poco, entenderé lo que supone el Real Madrid. Tiene una dimensión, historia y sentido que no tiene ningún otro equipo. Quiero disfrutar al máximo esta experiencia. Cuando hablan del tiempo que un entrenador está en un equipo, no se puede pensar. Pero espero estar aquí mucho tiempo” (19-06-2009)
CSKA Moscow, entrenado por Ettore Messina
“El Real está rodeado de una prensa sin dignidad ni restricciones en el uso del sarcasmo y la provocación. Busca enturbiar. Protege siempre al jugador español frente al extranjero, pone a unos contra otros, divide a las corrientes en lugar de unirlas” (7 marzo de 2011).
Podrían ser palabras de Mourinho, pero no lo son. Son declaraciones de Ettore Messina, que presentaba su dimisión como entrenador del Real Madrid el 4 de marzo de 2011, harto de sentirse desprotegido por el club ante los ataques constantes de un sector de la prensa madrileña. Se ponía fin a una temporada y media de muchos sinsabores, con un Barça rozando la perfección y con varias abultadísimas derrotas que dejaron bien a las claras que el Real Madrid estaba a años luz del conjunto barcelonés.
Messina, con un palmarés envidiable, solamente superado en el viejo continente por el maestroZeljko Obradovic, dejaría paso a su segundo, Emanuele Molin, que dirigiría a los blancos en su primera Final Four en 15 años. Posteriormente, el técnico siciliano aceptaría la oferta de los Ángeles Lakers para ser ayudante de Mike Brown, antes de regresar a Europa para dirigir en su segunda etapa al todopoderoso CSKA de Moscú, con el que ya ganó dos Euroligas (las otras dos las ganó en Bolonia).
Messina, con un palmarés envidiable, solamente superado en el viejo continente por el maestroZeljko Obradovic, dejaría paso a su segundo, Emanuele Molin, que dirigiría a los blancos en su primera Final Four en 15 años. Posteriormente, el técnico siciliano aceptaría la oferta de los Ángeles Lakers para ser ayudante de Mike Brown, antes de regresar a Europa para dirigir en su segunda etapa al todopoderoso CSKA de Moscú, con el que ya ganó dos Euroligas (las otras dos las ganó en Bolonia).
La vuelta de Ettore Messina a la capital de España es la gran noticia de una nueva jornada en el Top 16. El Real Madrid – CSKA de Moscú, clásico entre los clásicos, no es un partido decisivo, pero tiene un morbo infinito. Muchas cosas han cambiado en los blancos desde que Messina diera un portazo y tomara las de Villadiego. Tras el fugaz paso de Molin, Juan Carlos Sánchez y Alberto Herreros contrataron a Pablo Laso, una apuesta que parecía arriesgada y que contó con la desaprobación de la mayor parte de la afición blanca y con la reticencia de un buen número de medios de comunicación.
Pasar de un apellido tan ilustre como Messina a uno de escaso bagaje como técnico como Laso no era fácil de digerir, pero J.C. Sánchez y Herreros acertaron. Las limitaciones presupuestarias – José Ángel Sánchez y Florentino Pérez estuvieron encima en todo momento- limitaron el “casting” y se optó por alguien más inexperto, pero conocedor de la casa.
La irrupción del Real Madrid de Pablo Laso ha sido meteórica, acrecentada además por un cierto bajón en el eterno rival. Cierto es que falta ponerle la guinda al pastel (ganar la Liga Endesa y triunfar en Europa son asignaturas pendientes) pero a estas alturas la comunión del Real Madrid de baloncesto con el público parece indiscutible.
La gente disfruta con un equipo espectacular, que corre, que vibra y que transmite que otro baloncesto es posible. Y eso se refleja en el Palacio de los Deportes e incluso en otros ámbitos de la Liga Endesa porque otros equipos intentan seguir esa línea para borrar de golpe y plumazo esa máxima insoportable de que no es posible ganar títulos corriendo.
“el ataque gana partidos, la defensa títulos”
“el ataque gana partidos, la defensa títulos”
Semejante estupidez queda ahora en entredicho, por el trabajo de entrenadores como Pablo Laso. El propio Ettore Messina no tiene reparos en reconocer que le gusta mucho cómo está jugando este Madrid. Aunque a algunos les pueda sorprender, los equipos de Messina han anotado con fluidez. No hay más que mirar los marcadores de los equipos del italiano en las Final Four disputadas.
Con estos condicionantes, nos falta saber qué reacción tendrá el público cuando mañana, el gran Pedro Bonofiglio anuncie por megafonía el nombre de Ettore Messina. Hace unas semanas,Joan Plaza se llevó una ovación inolvidable al regresar a Madrid como entrenador del Zalguiris. Para mañana espero división de opiniones.
A veces no es fácil discernir todo lo que pasa en un vestuario y evidentemente la etapa Messina no tuvo el final esperado por todos, aunque a uno le queda la amarga sensación de que este club tan especial llamado Real Madrid, devorador de personas, debería haber aprovechado mucho más la presencia de grandes del baloncesto europeo que se marcharon “inesperadamente”, grandes que como Maljkovic, Obradovic o Messina un día decidieron emprender su carrera en otros equipos.
Fernando Ruiz